Identificacion de los daños en el parabrisas.
Generalmente la reparación de lunas viene dada por un pequeño impacto de algún objeto en esta. Ya sea granizo, alguna pequeña piedra etc.
Las reparaciones en lunas no siempre se pueden efectuar, ya que por pequeño que sea el agujero en la luna, si este la transpasa completamente, es irreparable y tendríamos que sustituirla.
La reparación tampoco sería posible si el daño producido en la luna tiene un diametro superior a 5mm de diametro.
En caso de que la profundidad del impacto dañe la capa interior de la luna es obligatorio sustituir.
Reparar las lunas en ocasiones es poco recomendable ya que el coste puede ser superior al de la luna, y la seguridad en caso de accidente podría verse afectada.
Esta luna no se puede reparar ya que el daño es demasiado grande.
Tamaño excesivo del área a reparar (> 40 mm).
Roturas con numerosas grietas.
Imposibilidad de limpiar totalmente la zona a reparar.
Cuando el impacto alcance a la lámina plástica.
No deben coincidir nunca los daños interiores con los exteriores.
No deben repararse las fisuras que no tengan punto de impacto o que salgan fuera del borde de la luna.
Como en diversos ambitos los daños son identificados con algunos nombres, ya que usualmente se producen los mismos
Diana o Ojo de buey: este tipo de rotura se caracteriza por no tener grietas.
Rotura en estrella:
Una rotura de estrella tiene grietas dependiendo de la longitud y anchura radiante (radio) desde el centro del punto de impacto. Este tipo de rotura se extiende muy fácilmente a temperaturas cambiantes o en lugares acentuados del vidrio. La rotura de estrella es la rotura más difícil de reparar pues sus grietas se pueden expandir fácilmente. Una rotura de estrella adecuadamente reparada dejará esqueleto contorno de las grietas y un agujero poco visible en el punto de impacto donde la superficie del vidrio que estaba dañada
Media luna: El aspecto de la rotura es muy similar al ojo de buey, pero la rotura puede ser impermeable; siendo imprescindible taladrar el vidrio para conseguir introducir la resina.
Ala de abeja: esta rotura es similar a la rotura en estrella, con la característica de que algunas o todas las fisuras presenten salientes.
Hoja de trébol: La rotura es igual a la de media luna u ojo de buey, con la única diferencia que el impacto contra la luna puede haber ocasionado la separación entre la lámina de PVB y el vidrio.
Rotura combinada: es una rotura que presenta más de un tipo genérico de daño.
Equipos y procesos de reparacion de lunas laminadas.
Fundamento de la reparación
El inyector de la resina y su soporte para situarlo sobre el cristal. También puede incluir unos elementos adaptadores al soporte para acceder a diferentes zonas de la luna.
La técnica de reparación de lunas se basa en la extracción del aire atrapado en el interior de la rotura y el relleno de la misma con una resina de propiedades ópticas adecuadas para permitir una correcta visión a través de ella.
Los equipos se suelen presentar en un maletín en el que se transportan los diferentes elementos utilizados
variando entre ellos la inserción o no de algún elemento complementario, pero no fundamental para
la realización de la reparación. Los componentes básicos son los siguientes:
Proceso de reparación
Las etapas que componen el proceso reparación
de un daño son las siguientes:
1 Preparación del equipo de reparación.
2 Identificación y limpieza del daño. Se identifica el tipo de daño y se limpia la zona del cristal a
trabajar evitando que se introduzca en el interior el producto de limpieza utilizado. Después con
un punzón se retiran los restos de cristales que se encuentren todavía en el daño.
3 Acotado de fisuras y abertura de vías. En determinadas ocasiones es necesario utilizar el taladro y una broca fina para abrir vías de acceso de la resina al interior del daño cuando éste es muy cerrado impidiendo la entrada de ella. En el caso de fisuras o grietas se deben estabilizar los extremos de éstas mediante un taladrado para evitar su propagación.
4 Colocación del inyector. El inyector se suele montar sobre un soporte que se fija al cristal
mediante ventosas. El inyector debe situarse perpendicular al punto de impacto del daño y
con la boca de forma que cubra por completo el punto de impacto, en caso contrario el inyector
no podrá ejercer el efecto presión-vacío de la siguiente etapa.
5 Ciclo vacío (extracción de aire) y presión (inyección de resina). Aplicando sucesivos ciclos de
vacío-presión se extrae el aire que se encuentra atrapado en el interior de la rotura para, a continuación, rellenar el interior del daño con resina. Tanto los tiempos de vacío como los de presión varían en función del tipo de daño que estemos reparando y del tipo de resina que estemos utilizando, más o menos viscosa, adecuando ésta al
tipo de daño y a la temperatura ambiente a la que se va a efectuar la reparación. En ocasiones
es necesario calentar el daño, ligeramente y durante un tiempo muy breve, para facilitar la
entrada de la resina. Una vez introducida la resina se coloca una lámina de plástico sobre el punto
de impacto para evitar que salga la resina.
6 Curado de la resina. Una vez que el daño se ha rellenado totalmente se procede al secado de la
resina mediante el uso de una lámpara de luz ultravioleta que acelera el proceso de secado.
7 Acabado de la reparación. Una vez que hemos conseguido una correcta curación de la resina
se retira mediante una cuchilla o un rascador el material sobrante y posteriormente se aplica una
resina de acabado para reparar el punto de impacto con el fin de mantener la continuidad
superficial del vidrio. Con la resina de acabado se actúa de forma similar a la anterior resina, se
seca con la lámpara de luz ultravioleta y se elimina el material sobrante con la cuchilla.
8 Acabado final. Finalmente y para mejorar la estética de la reparación debe aplicarse un
pulimento que garantiza el acabado final y con el que se consigue brillo en la superficie de la zona reaparada